Seis hondureños torturados y Mutilados en Veracruz

-¿Hasta cuándo?- Fue la pregunta que me lancé esta tarde cuando leí la nota que publicó el Movimiento Migrante Mesoamericano, organización defensora de los migrantes en México que informó que seis hondureños que cayeron en manos de un grupo delictivo en la ciudad de Coatzacoalcos, en el Estado de Veracruz, México, fueron secuestrados. 

A los delincuentes no les bastó retener a los compatriotas, llamaron a sus familiares en Estados Unidos y Honduras para exigir el pago de un rescate. Fueron despiadados, presionaron a los parientes torturando a los hondureños, a los que les amputaron los dedos y los golpearon.

Cuando sus familias en Estados Unidos, cancelaron entre mil y mil doscientos dólares los liberaron. Los abandonaron, aparecieron cerca de los municipios de Sayula de Alemán y San Juan Evangelista, la medianoche del jueves según relata la organización protectora de los migrantes. 

Tras su hallazgo los connacionales fueron auxiliados por la Policía Municipal, la que los trasladó hasta el Hospital General de Oluta. Según el parte médico los seis compatriotas presentaban fracturas en sus dedos, ellos relataron que fueron las torturas que les aplicaron con el fin de que las familias enviaran el dinero, y que de lo contrario serían asesinados. 

No se han dado los nombres de los migrantes, solo se sabe que los catrachos tienen 18, 19, 21, 25, y dos de ellos 34 años. Este nuevo atropello a los derechos de los indocumentados evidencia una vez más la desprotección, los grupos criminales siguen atacando a los indocumentados a la vista y paciencia de las autoridades municipales, federales y migratorias. Se re confirma que el riesgo de irse "mojado" sigue siendo alto.

Son tantas las barreras que tienen en su peregrinar los indocumentados, que pese a las campañas, a los llamados que realizan los Gobiernos para que no sigan emigrando hacia el Norte, se siguen marchando. Sin duda siguen huyendo unos por el miedo, por las situaciones de violencia que los obligan a dejar su terruño, otros buscando una oportunidad, un empleo para sostener a sus familias porque no encuentran oportunidades en su país para quedarse. Otros buscan encontrarse con sus familiares, con padres o hijos que años atrás le apostaron al sueño y hoy están en tierras norteamericanas.

Sea cual sea su motivo, conociendo o no los riesgos, la situación no debe dejarnos indiferentes, son seres humanos también, que con aciertos o errores creen que su futuro está en otras tierras. 


Con cada cuadro de dolor, de violación de derechos a los migrantes, vemos que hay mucho por hacer en el tema, vemos que hay que adoptar mayores compromisos y pasar de los anuncios a acciones que provoquen un cambio de mentalidad, solo así se evitarán los desplazamientos que hoy exponen a miles de indocumentados que siguen aún buscando el sueño.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En memoria de Patricia

María Jesus, nobleza y amor al prójimo

Migrantes de nuevo al rescate