En memoria de Patricia
Recibí la noticia de la muerte inesperada de Patricia Villamil y no podía creer que su vida se apagara inesperadamente. Apenas hacía tres días que habíamos conversado por las redes sociales. Nos unía el tema de los migrantes, un trabajo que para ella significó empatía, preocupación, dolor y ayuda a los compatriotas que a diario emigran buscando nuevos horizontes en Estados Unidos. En esa última plática nos prometimos un café, prometimos que la próxima visita en la que ambas coincidiéramos en Santa Rosa, nos reuniríamos para tomarnos el café y charlar de sus proyectos, de los migrantes y de nuestra Honduras. Pero ese café quedó pendiente. Hoy después de casi una semana que le arrebataron la vida, pensé en escribir estas líneas, quizás muchas de las cosas que transcribo en este escrito se las dije en vida y otras nunca se las externé. Paty como siempre la llamé, la acepté como ella era. Una mujer de carácter, sensible pero ruda. Era de las que no se andaba con cuentos para ...
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