El Rosario de las Guerras


Es un rosario que ha estado en cinco guerras y varias misiones. En cada una protegió a diferentes soldados de Estados Unidos, todos los que llevaron el rosario regresaron sanos y salvos. Aseguran que el rosario fue su arma secreta.


Es un rosario que tiene cien años y que ha sido testigo de diversas batallas que van desde la primera guerra mundial hasta la guerra en Afganistán. En cada una el rosario ha protegido a varios soldados estadounidenses.

La historia llegó a través de Fabián Silva, quien cuenta que la familia Berit, originaria de Nuevo México, inició con esta manifestación de fe cuando el patriarca del clan, fue enviado a combatir a Europa en 1914, era entonces la Primera Guerra Mundial. 

Aquel hombre de la milicia estadounidense llevó como escudo protector el rosario, era como intervención celestial para que lo protegiera.

Aquella batalla se extendió por cuatro meses, pero en ningún momento, ni su familia, ni él, pensaron que sería uno de los soldados caídos. Estaban confiados en que el rosario era el arma secreta que le  daría la protección divina.

15 años después, Henri Berit, el hijo mayor de los Berit, se enlistó y se marchó en 1939 a la Segunda Guerra Mundial. Pasaron varios meses, varias batallas, pero aquel hombre sostuvo siempre en sus manos el rosario que heredó de su padre y que fue el que lo protegió.

Cuando en 1955 inició la Guerra de Vietnam, llamada también la Segunda Guerra de Indochina, otro de los Berit fue llamado para participar en el conflicto bélico. Era Criss, hijo de Henri, el que en esta ocasión tomó el rosario como escudo protector.


En familia

Tras cumplir la misión de proteger a tres miembros de la familia Berit, el rosario regresó a Nuevo México y quedó en poder de Donna, la esposa de Henri. Ella lo conservó hasta que un día Fabián Silva, un Sargento Maestro de la Fuerza Aérea Estadounidense la visitó.

En aquella visita Fabián le comentó que estaba asignado para ir a la guerra de Irak. Donna recordó la protección que dio el rosario a sus familiares y no dudó en ofrecerlo a Silva.

Ella le dijo que el rosario lo regresaría de Irak, sano y salvo, que lo llevara con él  en todo momento.

Fabián se marchó en 2003, fue a la guerra y de nuevo, el rosario lo protegió y regresó a Nuevo México, el Estado donde nació.

A su regreso quiso devolver el rosario a Donna, pero ella le dijo que no, que el rosario le quedaba como un símbolo de fe del legado Berit y le pidió que lo cuidara.


Otros testigos de la protección

Fabián guarda el rosario, lo tiene como uno de sus tesoros más preciados. Sin embargo, tres años después a uno de sus oficiales, Criss Zenz lo asignaron para ir a la guerra de Afganistán. 

El joven mostró temor, solo pensar que no regresaría de la guerra lo mantenía sumido en tristeza. Fabián recordó la tradición y sin dudarlo, le ofreció el rosario con la condición que al regresar lo debía devolver.

Criss se fue a Afganistán y llevó consigo el rosario, tras varios meses de estar en el campo de batalla, egresó sano y salvo.

Fabián cuenta que meses después, lo enviaron de nuevo a la guerra, a la de Afganistán y de nuevo el rosario, fue su escudo protector.




Honduras

La última misión que cumplió Fabián Silva con el rosario fue en Honduras. Durante un año lo asignaron en la base Soto Cano en Comayagua Pero esta vez, el rosario no sólo lo protegió, sino que también lo guió para encontrar a la que ahora es su esposa y con quién formó una familia.

Ese rosario se vuelve un símbolo de fe, de protección divina para esos soldados que combatieron en la guerra. Hoy es la joya más preciada y el mejor regalo que Donna Berit le dio a Fabián y que asegura conserva porque será también el protector de su hijo Andrés Eduardo.


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