Madres con esperanzas


No pierden la fe, año con año, 50 madres buscan a sus hijos desaparecidos. Salen de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua para recorrer la ruta del migrante por México. Es una caravana cargada de esperanza, de determinación y coraje. Las esperanzas de encontrar a sus hijos no se pierden y la posibilidad de un reencuentro está latente.

Este año se realiza por XI ocasión esta actividad que iniciará el 30 de noviembre y durante 18 días las madres peregrinarán por todos los Estados de la Frontera Sur de México, hasta llegar al Distrito Federal. Son esas caravanas las que han permitido que varias de esas madres recobren la alegría, como Martha Leticia Palma, quien se reencontró con su hijo Alan Enrique en un parque de la frontera de Guatemala. Martha tenía 10 años de no ver a su hijo. 

El Movimiento Migrante Mesoaméricano ha sido determinante para no dejar morir este espacio de consuelo, donde cientos de mujeres desde hace muchos años no saben de esos hijos, padres, hermanos, esposos que se fueron. Para ellas una pista, una información, un dato que les genere esperanzas es como devolverles la vida y así saber si sus hijos viven, están presos o están muertos.

"Son 450 desaparecidos los que se registran en la base de datos del Comité de Familiares de Desaparecidos de el Progreso. Son de varios puntos de Honduras y nosotros hacemos las gestiones para encontrar a sus parientes. Poco a poco hemos avanzado en esta lucha y encontramos apoyo y mucha solidaridad en la gente" me comentó Rosa Nelly Santos, coordinadora de Cofamipro hace dos meses cuando las visité en El Progreso.

En los 11 años de la actividad ha sido posible el reencuentro de 250 hijos e hijas con sus  padres. La ruta no es fácil. El peregrinar es lento, pero la fe no se pierde. Son largos los trayectos que recorren, noches de insomnio, cansancio extremo, pero la fuerza del corazón, es la que hace posible que ninguna de esas valientes mujeres desmayen y se lancen al camino que una vez recorrieron sus hijos. 


Este año varias naciones del mundo, las apoyan. Hay organizaciones italianas, de España, Túnez y Estados Unidos que se suman para que el movimiento de mujeres cobre mayor fuerza y su lucha sea visibilizada en todos los países. Y es que mostrar la crisis de los desplazamientos forzados y la violencia criminal, que es el factor de expulsión, como los daños colaterales que a su paso deja la migración es fundamental. Solo así se entenderá porqué muchos abandonan su terruño. Prácticamente son obligados a partir.

El Plan Frontera Sur en México, no ha significado más que violaciones. Violaciones a los derechos de esos hombres, mujeres y niños que se van. Es un plan que obliga a los migrantes a buscar rutas alternas, a exponerse más a los peligros y a cruzar por montes, veredas y ciudades donde el crimen les acecha.

"Han pasado 25 años y no pierdo la fe de hallar a mi hermano. Mi corazón siente que no está muerto. Estar en este grupo que apoya las familias, da consuelo. Aquí estamos las familias que seguimos aferradas creyendo que los que desaparecieron no han muerto y que los encontraremos" me contó Carmen Cabrera.

Carmen aún tiene grabada la imagen de la mañana cuando Venancio salió de la casa, le dio un abrazo y le prometió ayudarla. Se fue confiado, creyendo que el camino sería fácil y que pronto podría ayudar a los suyos para salir de la pobreza, pero nunca más volvieron a saber de él.

Pero este año se unirá un grupo de madres de Túnez, que buscan también a sus hijos. Cada día en los pasos fronterizos aumenta el desplazamiento y no es extraño ver a nigerianos, cubanos y ciudadanos de otras nacionalidades del mundo, intentado buscar el sueño. 

La caravana de madres migrantes se constituye en ese camino de esperanzas, en una oportunidad de oro, en el peregrinar con fe. Es depositar la confianza que en una esquina, en un parque o un pueblo, la imagen del hijo, del padre o esposo asomará y con ella la vida regresará, porque desde que se fueron ninguna de ellas tiene paz.

Estamos con ustedes mujeres, siempre han sido un ejemplo para mi y cada vez que puedo hago mis artículos para decirles no están solas. 



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